La primera impresión que nos deja una vez llegamos a Kathmandú es chocante, la verdad es que impresiona un poco la ciudad, en cuanto a intensidad de polución ambiental, olores, aglomeraciones de gente en las calles... Por no decir del aeropuerto de la capital del país que no deja de ser un pequeño edificio de un par de plantas.

El ejército habita las calles con total normalidad en medio de la población civil y es usual ver tropas de soldados paseándose con ametralladores o rifles.

Llegamos al aeropuerto y allí nos está esperando Shishir ! nos lo habíamos imaginado mayor, pero no debe pasar de los 30 y pocos... Nos lleva hasta al coche de Pasha, un coche algo tronado... XD

Finalmente llegamos al hotel, donde tenemos una habitación "de luxe". Ya sabíamos que "de luxe" no sería igual que lo que nosotros conocemos, pero realmente es bastante "cutrecilla"... el hotel es el Blue Horizon.

Ya es de noche y estamos cansados de todo el viaje desde Barcelona pero nos decidimos a aceptar la oferta de Shishir para ir a cenar a un restaurante típico nepalí. El restaurante está cerca del hotel, al entrar es obligado dejar el calzado y entrar descalzo, nos marcan la frente con el "tika" (puede ser una variante entre yogur, arroz y sindur, polvo rojo, representa el 3er ojo que todo lo ve y todo lo sabe, esta bendición es como un reconocimiento de la presencia divina y una señal de protección para los que lo reciben). Nos sentamos (en el suelo) en nuestra mesa. La comida es muy buena, primero algo de entrantes y después llega el plato principal cuando ya teníamos el estòmago lleno y algún pie medio adormecido... :P Toda la cena se hace con música en vivo y de vez en cuando con algunos bailarines que nos ofrecen varias danzas autóctonas.

La cama nos espera que ha sido un día muuuuuuuy largo !